Suavecito a la suavicrema

Aún un poco adolorido por los viajes en bicicleta, decidí no dejar pasar el viernes sin ir a rodar con biciardillas, en esta ocasión el destino era un parque «fantasma» cerca del Auditorio Nacional, digo fantasma porque Chucho jamás lo pudo encontrar.

Salimos algo tarde de la madriguera para is hacia Reforma, sólo que tomamos la ruta panorámica del Circuito Bicentenario con un par de subidas bastante demandantes, por lo menos para mí que apenas voy agarrando callo nuevamente.

Sudando la gota gorda y a buen ritmo recorrimos el Circuito hasta llegar a la desviación a Reforma, ahí nos fuimos prácticamente por la ciclovía ya que eramos pocos, me empezaron a doler las piernas justo antes de llegar al Auditorio Nacional ya que hay un ligero desnivel en esa zona, pero sobre todo porque aún no se terminan de acostumbrar mis isquiones al asiento.

Poco antes de llegar a la Fuente de Petróleos, decidimos que dicho parque, o no existía, o estaba en otro lado así que decidimos regresar a la suavicrema para pensar que cenaríamos.

De ahí nos fuimos a cenar a unos tacos bastante buenos, cerca de alguna estación del metro cuyo nombre no recuerdo pero supuestamente es famoso porque venden chocoavena, que no es más que chocolate caliente con avena.

Después de recargar energía emprendimos el regreso a buen paso, ésta vez no me quedé muy atrás y pude aguantar bien todo el camino de regreso.

Al final opt

De vuelta a las rodadas

Pues por fin tengo mi bicicleta después de poco más de un año desde que me la robaron unas pinches lacras de la sociedad. Es una rodada 27.5″ para probar, espero no arrepentirme por no elegir la 29″ pero esta me pareció más ligera. Pues resulta que cuando te la entregan en la tienda supuestamente ya está ajustada, pero básicamente le ponen las llantas y le voltean los pedales, total que he estado probandola en recorridos cortos para ir ajustandola un poco y hace unos días le puse aire a las llantas y la cinta que va por dentro del rin, le llaman corbata o algo así, estaba movida, entonces prácticamente la punta de tres rayos quedaba por dentro de la cámara y bueno, explotó masivamente, se rajó toda la cámara.

#HazLaLucha por la ciudad humana con @Biciardillas y @BiciredMX

Es Viernes por la tarde y me dispongo a alistar todo lo necesario para la rodada de hoy: casco, luces, cámara de refacción, parches, dinero, teléfono cargado y muchas ganas. Salgo de mi casa y de camino paso con el señor talachero para ponerle aire a mi llanta trasera. Apenas avanzo unas cinco cuadras y los Tlaloques comienzan a romper los cántaros. Allá voy, medio mojado subiendo el puente vehicular para llegar al punto de reunión tratando de ser lo más visible posible y sin embargo uno que otro automovilista pasa casi rozándome.

Llego a la «madriguera» y habemos pocos, éso sí con nuestras máscaras listas para la rodada de hoy, la cual es bastante significativa ya que se lanzó una campaña a nivel nacional (#HazLaLucha) para exigir al gobierno más recursos para mejorar la movilidad en las ciudades, pero no construyendo segundos pisos, sino mejorando el transporte público, las banquetas y la infraestructura para desplazarnos en bicicleta. Es tarde ya, pero siguen llegando compañeros y la lluvia baja su intensidad, al final decidimos salir a la aventura con todo y piso mojado.

En el primer punto subimos el puente que cruza de la Av.412 hacia Taxímetros y tomamos la salida hacia la Av. 608 en la que nos encontramos el primer contratiempo. Por alguna razón que sinceramente desconozco diario hay una patrulla atravesada tapando los carriles de extrema derecha antes de llegar a la Comercial Mexicana, a ésto se suma que los peseros hacen su paradero en ésa zona y que por ser viernes en la noche todos los automovilistas quieren llegar rápido a sus casas y nadie cede el paso. Superada ésta situación entramos hacia Bosques de Aragón por la Av Continentes; aquí todos los días a cualquier hora se hace un tapón debido a que los autos se estacionan a ambos lados y sólo dejan un carril al centro para pasar. Después de movernos lentamente con el tránsito logramos llegar al final de la avenida y pasando por Cd. Lago llegamos hasta Av.602. En medio de la oscuridad subimos el puente del metro Deportivo Oceanía y nos incorporamos nuevamente a la Av. 608 pero en dirección poniente. Aquí tenemos que extremar precauciones para sobrevivir entre los microbuseros agresivos, los fanfarrones con carro «nuevo», los taxistas locos y los godínez frustrados. Logramos seguir con vida y damos vuelta hacia la «Glorieta de la Romero Rubio», hacemos una parada para tomarnos la foto con las máscaras y nuestra consigna, y aprovechamos para comer unos bubulubu que un señor amablemente nos proporcionó aunque no pudo seguir con la rodada.

Partimos atravesando por varias colonias hasta llegar a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y casi nos atropella un taxista desesperado porque iba a llegar medio minuto más tarde si dejaba que nuestro contingente pasara antes que él, ya saben cómo son de animales puntuales. Subimos el puente que lleva a la Terminal 2 y parece un estacionamiento, nos damos cuenta de que no vamos a llegar muy lejos si nos esperamos ahí, así que comenzamos a avanzar entre los autos, a la mayoría de los automovilistas les da igual pero hay alguno que otro que no se puede sacar el chip de «si no paso yo no pasa nadie» y tapa el paso. Por fin logramos salir del otro lado y tomamos camino hacia Blvd. Aeropuerto. La subidita del Peñón no está tan extrema como la semana pasada pero si tiene su chiste. Lo mejor es la bajada del otro lado, tomas bastante velocidad, es por eso que chocó el metro hace unos meses justo en la estación Oceanía. Decidimos que había que comer unas hamburguesas en la Pradera y tomamos la Av. 608.

Tuve que tomar la desviación a mi casa porque tenía que trabajar el sábado temprano, ni modo, ya no pude seguir a las hamburguesas, pero por lo visto se la pasaron bastante bien.

Rodando ando (anduve) aunque me caí

El punto de reunión fue el usual, afuera de la Parroquia del Señor de los Milagros, conocida coloquialmente como La Iglesia Azul, llegué un poco más tarde porque olvidé mi lampara delantera en casa y me tuve que regresar por ella, pero esperamos a que oscureciera totalmente para iniciar la aventura. En el primer semáforo me encontré a una profesora, compañera de trabajo, quien me preguntó si íbamos a una peregrinación, XD. Creo que le parecía ilógico que fueramos en las bicicletas un viernes en la noche sólo por el gusto.

Rodeamos el bosque de Aragón hacia la Av. 608 y como ya es habitual, comenzaron los aullidos en el paso a desnivel de Oceanía. Tomamos Transval hasta Reforma sin mayor contratiempo, incluso un conductor evidentemente alcoholizado irónicamente nos recomendó que tuvieramos cuidado con los conductores en estado de ebriedad.

Una vez que entramos a Reforma, fuimos todo derecho pasando por La Palma, El Ángel, La Diana hasta la Suavicrema, Monumento a la Corrupción Estela de Luz, hicimos una pequeña parada técnica para descansar un poco y fuimos advertidos de que de ahí en adelante el

Turisteando en mi ciudad natal Pt.2

«La Victoria Alada» mejor conocida como El angel

Después de las aventuras del Sábado nos dormimos, no muy temprano, para recargar pilas porque las actividades del Domingo prometían ser bastante demandantes.

Me levanté como a las 6:30 hs para desayunar algo ligero que me diera energía por lo menos hasta mediodía y un poco despues de las 7:00 hs empezó lo bueno. Tomé mi bici con todos los aditamentos necesarios y partí rumbo al Angel en Paseo de la Reforma, hice muy buen tiempo tomando en cuenta que apenas iba calentando motores así que me senté a esperar a que llegara mi primo Carlos y mientras, me comí mi barra de amaranto mejor conocida como alegría. En ése momento se acercó una señora que vendía unas galletas caseras al parecer milagrosas, pero su estrategia de venta no funcionó ya que prácticamente se basó en decirme que lo que estaba comiendo no servía para nada y lo que ella vendía era mejor porque bla bla bla, le pregunté cuanto costaban y me dijo que $25 y entonces le dije: mi barra me costó $10 y es como 5 veces más grande que su galleta mejor me compro otra jaja. Se enojó.
Por fin llegó mi primo y empezamos el recorrido. Llevábamos unos minutos pedaleando y en Av. Juárez nos detuvimos en un pequeño taller mecánico porque mi primo tenía que ajustar su asiento y para nuestra sorpresa no se pudo mover ni un milimetro, al parecer tenía suficiente óxido como para unirse para siempre con el marco de la bici. Con éste inconveniente decidimos continuar con el recorrido, llevábamos buen ritmo y legando al primer puente que hay que subir en Circuito Interior, justo en frente del Palacio de los Deportes un ciclista salió volando porque no vió una valla de color naranja brillante como de 2 metros de ancho por 1 de alto que están colocadas para que los autos no pasen por ahí, afortunadamente no fue un golpe de gravedad.

Rock and Road y @chava_rock

Anoche tuve mi segunda rodada con Biciardillas Aragón y al parecer cada vez me va gustando más esto de salir a pedalear en la noche, lo mejor de todo es que no hay muchos autos a esa hora y está bastante fresco para no ir sudando todo el camino; además el hecho de ir en grupo te motiva, te ajustas al ritmo del grupo y no te cansas.

El tema central de esta rodada era el Rock y como requisito teníamos que llevar una playera de nuestra banda favorita, después de meditarlo un poco decidí por la playera conmemorativa del Hell & Heaven 2014. Salimos poco después de las 20:00 hs y tomamos la avenida de los 20 nombres (Ote. 101, Noé, Robles Dominguez, Mariano Escobedo, Cuitlahuac, etc) hasta Vallejo más o menos, en donde nos desviamos para pasar por la zona industrial y salir por la Av. Granjas, enfrente de la Arena Ciudad de México y por fin llegamos a la UAM-A. En este plantel universitario estudió Joselo, actual miembro de Café Tacvba y por ser una universidad pública nos remonta a los 70’s, época en la que los toquines de rock se llevaban a cabo en las zonas universitarias, como las islas de C.U. o incluso en el IPN.

La siguiente parada fue en la Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco, donde además de escuchar un poco sobre los orígenes de dicha institución educativa aprovechamos para pasar a la tiendita e hidratarnos y en mi caso comprarme una alegría (dulce de amaranto). Después avanzamos hacia Tlatelolco pasando el puente de Flores Magón que está altísimo y largo y la bajada es lo mejor del mundo. Nos detuvimos debajo del puente, frente al teatro Ferrocarrilero y escuchamos de parte de los guías el papel fundamental que tuvo éste recinto para promover la cultura del rock en la ciudad. Normalmente el rock tiene temáticas en contra de los gobiernos y los sindicatos de trabajadores de ferrocarriles y electricidad estaban en la misma corriente por lo que daban facilidades para organizar toquines.

Rodadas Nocturnas y Arte Urbano

Por fin encontre un grupo ciclista cuyo punto de reunión es cerca de mi actual domicilio, Biciardillas Aragón y el Viernes pasado me decidí a asistir a una rodada nocturna cuyo tema fue el Arte Urbano en distintos puntos de la CDMX. He de mencionar que estuve a punto de no ir debido a que en la mañana había jugado dos partidos de futbol y uno de basquet, ya no es lo mismo que hace unos años y hasta me dolían las piernas pero confié en el poder de la mente sobre el cuerpo y me animé a asistir.

Primero nos presentaron a algunos miembros cuyos roles dentro del grupo eran fundamentales para el correcto desempeño de la actividad: piloto y copiloto (quienes van guiando al grupo), barredora (es el último de la fila y se encarga de que nadie se quede atrás) y los bloqueadores (cuyo trabajo es justamente bloquear a los autos para la seguridad del grupo). Luego nos explicaron a los nuevos que teníamos que ir de dos en dos en un grupo compacto y nos mostraron las señales que se hacen con las manos para indicar a los de atrás instrucciones como ir más lento, detenerse por completo, hacer una sola fila para pasar por un lugar estrecho o incluso avisar si hay algún obstáculo en el camino.

La bicla y su pareja

El Domingo fuimos por ella. Después de tantas opciones por fin se eligió la verde.

Nunca me había subido al metro con una bicicleta, se me hace como trampa ya que cuando he tenido que desplazarme hasta otro lado de la ciudad lo hago en la bicicleta misma; sin embargo, esta ocasión fue diferente ya que llevaba acompañantes y la bici era nueva.

Fue el regalo de cumpleaños de mi novia y ahora mi bicla tiene una compañera de viaje.